El deporte y las emociones

2024-08-23/ DEPORTES/ Paulina Schmidt. Fotos (Freepik)

La reflexión del psicólogo Federico Lande sobre la importancia de brindar herramientas para el acompañamiento y contar con espacios para dialogar dentro de los clubes y las familias.

“Identificar las emociones, hablar sobre ellas y dar herramientas para el reconocimiento y la autoconciencia”. Para el psicólogo deportivo Federico Lande, esta condición es prioritaria dentro del mundo deportivo tanto para acompañar desde la casa como para generar nuevos espacios de contención dentro de los clubes.

Al hablar de las emociones que atraviesan a deportistas de todas las edades y condiciones aparecen la ansiedad, el enojo, el miedo y la frustración entre las más frecuentes.

Las imágenes del mejor jugador del mundo llorando tras una lesión que lo dejó fuera de la cancha en la final de la Copa América disparó que muchos deportistas empezaran a hablar sobre su salud mental en redes sociales. También que chicos y chicas dejaran de sentir vergüenza o miedo al expresar sus emociones, y que los padres entendieran un poco más lo que les pasa.

El investigador y docente universitario conversa con el portal De Grandes y Chicos sobre la psicología aplicada al deporte, haciendo hincapié en la formación de espacios para el acompañamiento y la regulación de las emociones.

- ¿Cuál es el disparador de cada charla que escuchan profesores, deportistas, padres y madres?

Siempre trato de aclarar que nuestra intervención desde la psicología puede ser una charla y es el un puntapié inicial para que se profundice y que cada club, sea chico o grande, pueda formar un área de psicología como se hace en otras disciplinas como la kinesiología o la nutrición. Es importante también que dividamos en dos la psicología aplicada al deporte: como mejora del rendimiento deportivo, la motivación y concentración. Por otro lado, desde la salud mental, algo que ha cobrado muchísimo valor dentro de los equipos deportivos y en deportistas que atraviesan distintos cuadros de ansiedad o depresión, adicciones o trastornos de la alimentación.

- Las exigencias propias y de parte del otro, el deseo de superarse, la competencia y el estrés,son algunas de las condiciones que generan distintas emociones en chicos y chicas.

- El deporte es muy desafiante en todo sentido, y viene con un costo que demanda sacrificio, requiere horas de sueño, una alimentación determinada y limita la vida social. Se gana mucho pero siempre existe esa sensación de lo que se pierde en lo personal. Es necesario contar con herramientas para abordar las presiones y el estrés, y afrontar las frustraciones. Dentro del fútbol, por ejemplo, solo un 3 por ciento llega a ser profesional, el resto queda a la deriva y deberían tener un seguimiento.

- ¿Qué hacemos con esas emociones que a veces se vuelven conflictivas y difíciles de sobrellevar?

Las emociones más características dentro del deporte serían la ansiedad, el enojo, el miedo y hoy en día, la vedette del mundo emocional, por decirlo de algún modo, es la frustración que se genera por el error y está atravesada desde varios lugares. Es una de las demandas más importante dentro del mundo del deporte, sobre todo en una generación denominada de cristal que tiene poca tolerancia a la frustración. El deporte es una instancia más de aprendizaje y de guía, y cada vez que uno aprende también comete errores, algo que genera frustración o la búsqueda del  perfeccionismo. Entonces convivir con esto, demanda interpretación.

- Cuando nos referimos al estrés y las exigencias parecería que todas las emociones son negativas pero no es así… hay muchas que se pueden potenciar.

- No existen las emociones positivas o negativas. Siempre son buenas porque nos están dando una señal o un mensaje, y solo se pueden dividir en negativas o positivas según la experiencia subjetiva. Es muy importante identificarlas, hablar sobre ellas, y dar herramientas para el reconocimiento y la autoconciencia, algo que lamentablemente en muchas familias no se trata. A veces el sistema educativo tampoco tiene posibilidades de trabajar las emociones desde los primeros años de escolarización. Por eso, tal vez los clubes tienen que hacerse cargo del mundo emocional que a veces llega tarde o no se puede cumplir.

- Como padres y madres no deberíamos pasar por alto todas esas emociones pero tampoco sobredimensionarlas…¿Cómo acompañar desde casa?

Somos un bastión para regular las emociones, que cuando atraviesan cierto umbral y se vuelven inmanejables, podemos decir que hay un problema y es cuando se deben abordar porque son las que definen la calidad de vida de cualquier persona. En las familias, a veces existen tantas urgencias, que se tiende a bloquear o reprimir las emociones.

- Cuando nos referimos al estrés y las exigencias parecería que todas las emociones son negativas pero no es así… hay muchas que se pueden potenciar.

No existen las emociones positivas o negativas. Siempre son buenas porque nos están dando una señal o un mensaje, y solo se pueden dividir en negativas o positivas según la experiencia subjetiva. Es muy importante identificarlas, hablar sobre ellas, y dar herramientas para el reconocimiento y la autoconciencia, algo que lamentablemente en muchas familias no se trata. A veces el sistema educativo tampoco tiene posibilidades de trabajar las emociones desde los primeros años de escolarización. Por eso, tal vez los clubes tienen que hacerse cargo del mundo emocional que a veces llega tarde o no se puede cumplir.

- Como padres y madres no deberíamos pasar por alto todas esas emociones pero tampoco sobredimensionarlas…¿Cómo acompañar desde casa?

Somos un bastión para regular las emociones, que cuando atraviesan cierto umbral y se vuelven inmanejables, podemos decir que hay un problema y es cuando se deben abordar porque son las que definen la calidad de vida de cualquier persona. En las familias, a veces existen tantas urgencias, que se tiende a bloquear o reprimir las emociones

- ¿Cuál es la recepción de las familias al tratar estos temas en el club, y qué manifiestan los chicos y las chicas?

- Siento que existe un bache y que las generaciones más chicas saben mucho más del mundo emocional que los adultos. Al finalizar la charla, muchos padres se acercan para reconocer que lo han entendido y cuentan sus historias de vida en familias donde no se podía ponerse triste o llorar. Por eso es tan importante que padres y madres participen en las charlas de psicología porque son los primeros que pueden intervenir Es un tema del cual se habla mucho por fuera pero cuesta que las familias se sienten a conversar sobre las emociones.